Mas vale chocobo en mano que uno desangrado Avance Final Fantasy Type 0

Final_Fantasy_Type-0_Logo
Final Fantasy ha sido siempre una saga que tenia como máxima contar historias para todos los públicos, en las que desde un crío de 7 años a un fornido leñador del norte de Canadá no tenían problema alguno para entrar dentro de la trama y poder disfrutarla. Algo así como una Disney a la japonesa, todo el mundo podía ver desde diferentes puntos de vista algo especial dentro del juego. Pero a principios de la anterior generación todo cambio, nuestra industria entro en una adolescencia larga y horrorosa, al menos en sus primeros años. Confundimos por completo una madurez que le pedíamos a los desarrollos con las vísceras a cualquier precio y los chascarrillos del héroe cada vez que obligaba a ver la luz a la masa encefálica de algún pobre esbirro. Fue una edad del pavo muy dura, en la que por desgracia, la tierra prometida que supuso japón durante dos décadas se quedo atrás, no entendiendo ese giro y en la mayoría de ocasiones creando títulos rotos por culpa de las aspiraciones de los estudios luchando contra un mercado que les imponía una manera de proceder en la que no se sentían cómodos.

Por supuesto, las tres entregas de Final Fantasy XIII que salieron para la anterior generación sufrieron este mismo problema. En vez de mantenerse dentro de su ámbito, mejorando como juego de nicho, la necesidad de seguir siendo un juego para todos lastró y mucho su desarrollo. Hace tres años, de un desarrollo para PSP del que no se podía esperar demasiado -hasta tal punto que la misma compañía siquiera lo saco de japón- llegó el cambio esperado.

Las intenciones de Final Fantasy Type 0 quedan marcadas desde el mismo inicio. La historia nos plantea un mundo donde la tecnología y los poderes de la magia están en guerra -algo ya conocido en la saga-, pero en esta ocasión no se queda en una simple rencilla de instituto,se trata de una guerra en toda regla. Algo que en la primera cinemática nos arrojan a la cara sin mas, sin ningún tipo de advertencia sobre lo que va a ocurrir, por que si pedíamos madurez tenemos que aceptar las consecuencias. Aceptarlas incluso llegado el punto de ver morir una imagen de nuestra infancia jugona, uno de esos símbolos que siempre hemos guardado como algo puro y intocable. Casi como un meta mensaje, nos muestran que todo lo anterior, aunque continué siendo importante en el mundo por el que nos moveremos, no va a ser igual.

Una guerra nunca es limpia y aquí se lo han tomado en serio. En una determinada secuencia, y por culpa de un apartado técnico excesivamente escueto -recordemos que se trata de un port de PSP- contemplamos una escena dantesca donde cuesta diferenciar si los cientos de cadáveres que alfombran una plaza son niños o adultos muy jóvenes. Si queríamos madurez y crudeza aquí la vamos a tener de sobra. Para muchos seguramente sea excesiva, pero seamos realistas: a veces puedes llegar a odiarte por desear algo.

FFType0_SCREENSHOTS_18_1411028765.09.2014_TGS_01Ya con todas las cartas sobre la mesa, o mas bien lanzadas a la cara con un sonoro – ¡Y ahora que!- que resuena en toda la sala, nos ceden el control, que de igual manera que el tono ha tenido muy en cuenta las criticas que han surgido durante estos años.

Type 0 se olvida de los turnos por completo, pareciendo casi un Hack and Slash a cámara lenta más que un juego de rol. Dándonos las opciones de ataque asociadas cada una a un botón, sin menús engorrosos donde perdernos y planificar estrategias durante dos minutos entre cada ataque. Recuperando en cierta medida aquellas refriegas de FFXII, pero añadiendo un elemento clave, la posibilidad de esquivar ataques, algo que podría pasarse por alto en practicamente cualquier otro titulo, pero que aquí marca una diferencia crucial.

Ese paso hacia la acción, gracias a cierta parsimonia en el combate que permite mantener los tiempos para la planificación, conforma un sistema genial, resultando fresco y divertido en todo momento. Por desgracia, no se puede decir lo mismo del modo estratégico: para atacar las ciudades, y así volver a abrirlas para resolver las misiones, antes debemos pasar por una especie de RTS especialmente tedioso. En lugar de comandar las tropas desde una vista cenital, etérea, sin nosotros en la batalla, pretende juntar los dos mundos de una manera no muy atractiva, dejando este modo como un peaje que debemos pagar con tal de poder continuar haciendo lo que realmente nos apetece. Pero no os alarméis, en tres horas de partida esto fueron unos escuetos 15 minutos. En comparación al resto del ritmo que se imprime al juego, termina resultando anecdotico.

Un poco mas polémica puede ser la decisión de acotarnos el tiempo de exploración, añadiendo una mecánica en la que tendremos doce horas dentro del tiempo del juego para ver y descubrir lo que nos rodea, que se va gastando a medida que hablamos con personajes o hacemos acciones. A mi personalmente me gustó, pero es un bache que los fans no creo que asuman del todo bien. Como nos ocurría de pequeños, siempre era mejor que nos dejasen explorar el parque hasta las 9 de la noche, a que nos llevasen de la mano de actividad en actividad.

Con todo esto, los cambios, decisiones diferentes a lo clásico, la nueva forma de afrontar las historias y demás riesgos que han decidido asumir, solo decir que se sigue sintiendo tan Final Fantasy como cualquier otro, el único pero es la evolución que ha sufrido. Podrá gustar mas o menos, pero en todo momento se ve una clara intención de mejora y un ansia por hacerse mas homogéneo en un mercado donde lo occidental manda mas de lo que debería. Y si el juego final se parece a estas tres horas, al menos una partida de un desencantado con los jrpg como yo se merecerá.

FFType0-personajes

 

Acerca de Aitor Herrero

Encargado de asuntos semi legales en Antihype Podcast,.Fenicio nivel usuario

Check Also

Kono dio da! Bloodstained – Análisis

En los últimos años parece que el metroidvania goza de una salud estupenda. Hollow Knight, ...

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.